Loca Cuerda

Alumna: García Visconti Victoria Pilar
Comisión: 07
Profesor: Castellano Santiago
Modalidad: Individua

Consigna: Escribir un cuento en el que aparezcan los 5 objetos que eligieron, de la siguiente manera:uno aparece dentro de un flashback (retrospección, recuerdo de uno de los personajes), otro es robado, otro es un amuleto de uno de los personajes o del narrador, el cuarto es parte del escenario y el último funciona como pasaje a otro mundo / situación / escena / estado de cosas. 
Aclaración: el aro funciona como objeto robado y amuleto, el rosario como flashback y parte del escenario y la fotografía como pasaje a otra escena.

Loca Cuerda

                            “Creo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo”- Julio Cortázar.


Me considero una persona que depende de la suerte. Suelo recurrir a ella para explicar los acontecimientos de mi vida y no me avergüenza contarlo. Soy una sutil defensora de que todo sucede por algo y no resulta mera casualidad; existe un motivo secreto, oculto tras los razonamientos lógicos que buscamos imponer sobre las cosas. Sé que no resulta sencillo justificar mi creencia pues no hay forma de comprobarlo. Muchos no coincidirán conmigo y me tildarán de loca; aunque me pregunto, ¿no estamos todos un poco locos?

Siempre he intentado comprender cómo funciona la suerte, bajo qué circunstancias se presenta, en qué objetos puede hallarse y en cuáles no. Aún en estos días me resulta difícil vislumbrar el misterio que encierra la fortuna. Algunos pensarán que es aleatoria y poco fiable, yo me limito a creer que la suerte tuerce los eventos de mi vida en mi favor.

Deseo aclarar que no siempre he tenido suerte, pero aun así no me desprendo de su fe. Muchas veces he intentado controlarla a pesar de que el intento haya resultado en vano. Su efecto sorpresa se mantiene intacto en cada jugada sin dejar tiempo para que conjeture acerca de su eventual llegada.

A lo largo de mi vida, le he adjudicado el carácter de suerte a diversos objetos. Sostengo firmemente que siempre que han estado conmigo he tenido éxito. Remito a la frase “creer o reventar” ya que considero que este puñado de palabras pueden leerse con cierta incertidumbre y desconfianza:

Supongamos que te encuentres en la calle un arete dorado sin compañero, que desconozcas al dueño y decidas quedártelo; que su forma semicircular como la luna te cautive y te conduzca a utilizarlo en diversas ocasiones sin conocer aún su verdadero encanto. Que en cierto momento te olvides de llevarlo contigo y todo lo malo te ocurriese en tan solo un mismo día. Imaginemos que te convenzas de que la culpa sea del pendiente y a partir de allí no permitas que te abandone jamás pero además compruebes tenerlo siempre en tu billetera como amuleto contra la mala suerte.

Supongamos que lo mismo te ocurriese con un elemento de tu hogar que durante mucho tiempo pasara desapercibido, oculto debajo de tu cama como símbolo de protección. Presumamos que te lo hubiese regalado tu abuelo y que tan solo con mirarlo te acuerdes de él y de su humilde sonrisa. Que creas que te proteje pues esa sea su función como rosario santificado por el Vaticano. Que consideres que te trasmite buenas energías y nunca lo quites de su lugar secreto. Que sea el motivo de tu buena suerte por varios años y por miedo a perderle no lo corras de su sitio.

Supongamos finalmente que conservas una fotografía por su significado, por lo que te trasmite al depositar tus ojos sobre ella. Fantaseemos que te traslade a ese día justo antes de que la imagen sea tomada y se torne inmortal. Que puedas volver a vivir esos instantes con esa persona que ya no está en este mundo y que la lleves contigo a todos lados, porque te cuida desde arriba y te envía suerte...o al menos eso crees.

Supongamos ahora que eres un loco tan cuerdo como yo.   




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